La soledad del protagonista me duele tanto como ese frío agudo y espantoso. ¿No os ha pasado? Casi he sentido un malestar físico al pensar en convivir con esa nieve adueñándose del interior de la casa, con esa soledad infinita. Y qué pena más grande Sabina. Os diré que la he entendido un poco.
Quiero avanzar y despejar claves sobre lo que quiere contarnos del éxodo rural, porque adivino que todavía no hemos llegado al corazón del asunto.